Salud y bienestar físico, mental y laboral

El bienestar absoluto puede parecer algo demasiado bonito para ser verdad, como un anhelo lejano que queda siempre fuera de nuestro alcance. Sin embargo, todos podemos acceder a él, tan solo necesitamos un empujón en la dirección adecuada. Para ello, primero debemos comprender qué implica exactamente el bienestar y qué se puede hacer para alcanzarlo.  

El bienestar es un sentimiento duradero de felicidad, satisfacción y relajación.1 Este se sustenta en una buena salud mental y física, así como en una actitud positiva, que nos ayuda a adaptarnos a los retos que nos plantea la vida.1

El bienestar abarca también el concepto de vitalidad, lo que, según un grupo de trabajo de la OMS, es una combinación de energía, cognición, inmunidad y movilidad.2

Aquí tienes una guía completa para comprender cómo funcionan la salud y el bienestar, incluidos el bienestar mental, físico y laboral. También exploraremos las opciones que están en tu mano para mejorar el tuyo.

Nuestra perspectiva de salud y bienestar

Salud y bienestar no son sinónimos, pero sí están relacionados. El bienestar depende tanto de la salud mental como de la física —que son las piedras angulares para llevar una vida feliz y plena—, y además contribuye a prevenir y enfrentar las enfermedades, a cumplir los sueños y a mantener una relación cercana con los seres queridos.2 

Estamos convencidos de que la salud es algo más que la simple ausencia de enfermedades3 y que gozar de buena salud es imprescindible para garantizar un verdadero bienestar.2 No existe una única definición de bienestar, ya que este término abarca muchos aspectos de la vida.2

    Es fácil confundir la idea de «bienestar mental» con «felicidad permanente», pero a lo largo de la vida pueden surgir pérdidas, traumas, presiones, estrés y dolor. No podemos estar siempre alegres, pero sí prepararnos para afrontar lo que nos depare la vida en el día a día. 

    En un artículo de 2015, se proponía una definición de bienestar mental que incluía los siguientes puntos: 

    • Un estado de equilibrio interno4
    • Conciencia y control del estado emocional4
    • Empatía con respecto a otras personas4
    • Flexibilidad para afrontar las responsabilidades sociales y los sucesos de la vida4

    Esta es una forma mucho más adaptable de entender qué necesitas para alcanzar tu bienestar mental. Es más realista centrarnos en desarrollar fortaleza emocional y cuidar las relaciones. Por ejemplo, ningún trabajo que merezca la pena es facilísimo, pero ser capaces de llevarnos bien con los compañeros y controlar el estrés puede mejorar nuestro bienestar laboral.

    Cuidar la salud física es fundamental, pues nos ayuda a estar en forma, activos y sin dolencias. No obstante, es diferente de mantener el bienestar físico. 

    El bienestar físico se alcanza cuando se adopta un estilo de vida que incluye conductas saludables. Estas nos ayudan a reforzar el sistema inmunológico, a evitar problemas de salud que se pueden prevenir y a conseguir un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu.5

    Lo que comemos, la frecuencia con la que hacemos ejercicio y las horas que dormimos influyen enormemente en nuestro bienestar físico.6

    El bienestar es esencial para llevar una vida sana y feliz. Hace referencia a nuestros pensamientos, emociones y decisiones, y a cómo nos relacionamos con los demás. Abarca prácticamente todos los aspectos de la vida, también cómo nos sentimos y cómo respondemos a factores vitales que no podemos controlar, como el trabajo o posibles contratiempos.

La relación entre salud física y mental

La salud mental es tan importante como la física. No podemos cambiar nuestro estado mental o físico del pasado, pero sí tomar decisiones para mejorar nuestro bienestar futuro.

    La salud física es esencial para gozar de bienestar mental, y no solo porque las enfermedades nos debiliten

    La alimentación es importante.

    En una revisión de casos de pacientes con síntomas de enfermedad mental se descubrió que las deficiencias nutricionales más habituales eran de ácidos grasos omega-3, de vitaminas del grupo B y de los aminoácidos utilizados por el organismo para producir sustancias químicas en el cerebro que afectan al estado de ánimo.8

    Estos aminoácidos se encuentran en las proteínas de los alimentos.8 Los hidratos de carbono también pueden influir en el estado de ánimo y aportar energía mental.8 

    En otras investigaciones se han relacionado micronutrientes como el magnesio, el zinc y el hierro —así como las vitaminas B y C— con mayores niveles de energía y una menor fatiga.22

    El movimiento nos da impulso.

    Un estilo de vida que incluya mucha actividad física mejora la salud mental: 

    • Se liberan endorfinas (sustancias químicas que nos hacen sentirnos bien)9
    • Distrae la atención de los factores estresantes9
    • Aumenta la confianza en uno mismo9
    • Mantiene activa la sociabilidad9
    • Ayuda a afrontar el estrés de forma productiva9

    Lo que sentimos puede provocar cambios en el organismo. Por ejemplo, el estrés crónico puede desembocar en depresión y también aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y diabetes.10 Además, cuando el bienestar mental no es óptimo, es posible caer en hábitos poco saludables —como fumar y consumir drogas o alcohol—, los cuales pueden alterar aún más el bienestar mental.10

Cómo tener salud y bienestar

Puedes tomar las riendas de tu bienestar hoy mismo poniendo en práctica algunas de las siguientes medidas:

    Obtener los nutrientes diarios necesarios te permite prevenir las enfermedades crónicas y centrarte en sentirte bien.11

    También puedes combinar proteínas magras con carbohidratos complejos —como copos de avena, boniato y quinoa—, así como frutas y verduras de distintos colores.12 Así, a través de la alimentación, puedes activar los neurotransmisores asociados a la felicidad —como la serotonina y la dopamina— y mejorar tu estado de ánimo.12

    Si tienes dificultades para obtener un aporte nutricional suficiente de tus comidas, también puedes recurrir a suplementos de nutrientes y micronutrientes clave.

    Hacer entre 150 y 300 minutos de ejercicio con una intensidad de moderada a intensa y dos días de entrenamiento muscular a la semana te ayuda a fortalecer el corazón y la musculatura.13

    Si no duermes lo suficiente, tu salud mental puede verse afectada: 

    • Durante las horas de sueño se procesan los pensamientos, los recuerdos y las emociones.14
    • No dormir lo suficiente puede hacer que sientas menos emociones positivas durante el día.14
    • Dormir bien contribuye a prevenir y controlar varios trastornos mentales como la depresión y la ansiedad.14

    La Fundación Estadounidense del Sueño recomienda dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Si tienes problemas para conciliar el sueño, procura que el dormitorio esté fresco y oscuro, que el colchón sea cómodo y evita el consumo de alcohol y cafeína antes de dormir.1

    La naturaleza influye enormemente en el bienestar. 

    Según algunos estudios, pasar tan solo 2 horas a la semana en la naturaleza aumenta el rendimiento mental, reduce la ansiedad y mejora el estado de ánimo.16

    Las redes sociales se usan con distintos fines, pero pueden aumentar la ansiedad al incitarnos a abarcar infinidad de actividades.17 Sin embargo, en un estudio reciente se descubrió que desconectar de las redes sociales durante una semana había mejorado el bienestar mental y la sensación de estar conectado a nivel social en 61 participantes.17

    El mindfulness se basa en concienciarse del «ahora» y vivir en el «momento presente».18 Las personas pueden alcanzar la atención plena a través de la meditación, el yoga, el taichí y otros ejercicios de respiración.18 

    El mindfulness puede contribuir al bienestar mental, puesto que: 

    • Reduce el estrés18
    • Nos hace menos propensos a reaccionar con emociones fuertes18
    • Mejora la memoria18
    • Nos ayuda a concentrarnos18
    • Favorece la satisfacción en las relaciones18

    Los indicadores de bienestar proponen un cuestionario que te permite analizarte y garantizar que estás velando por tu bienestar. Plantéate lo siguiente en forma de autoevaluación: 

    • Cómo te sientes en el plano mental y físico19
    • Cómo duermes y cómo te levantas19
    • Cuánta agua bebes19
    • Si tus pensamientos son estresantes o inútiles19
    • Cuál es tu nivel de estrés19
    • Si utilizas estrategias para manejar el estrés y si te funcionan19

    No existe una lista cerrada para evaluar el bienestar cada semana. Los puntos anteriores son meros recordatorios para que hagas de tu bienestar una prioridad.

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